
Luis Cisneros, cofundador de Caña Producciones, comenzó su camino en el mundo de la producción de eventos gracias a su pasión por la música y su experiencia como integrante de algunas bandas. Aunque actualmente ya no ejerce como músico, su vínculo con los shows se forjó mientras tocaba en su banda, Tripulación de Osos, y asumía roles que iban más allá de los escenarios. «Alguien tenía que encargarse de la parte administrativa y de gestión, cosas que normalmente los músicos no disfrutan mucho. Así que empecé a hacerlo yo», menciona Luis. Su trabajo como manager y organizador de conciertos no solo lo conectó con su propia banda, sino también lo llevó a descubrir el otro lado de la industria: el mundo del backstage, algo que rápidamente captó su interés.
El punto de inflexión llegó entre 2014 y 2015, cuando junto a Sebastián, el baterista de su banda, y Willy Mena, un productor local que lideraba la empresa La Cumbre, organizaron un concierto de Monsieur Periné, una banda colombiana que trajeron por primera vez a Quito. «Nos fue súper bien, aprendimos muchísimo y me di cuenta de que había varias posibilidades en este campo», explica Luis. Además de adquirir experiencia, identificó un nicho de mercado desatendido: un público que buscaba el tipo de conciertos que él y su equipo podían ofrecer. Ese evento marcó el inicio de una trayectoria que se consolidaría más adelante con la fundación de Caña Producciones.
En la siguiente entrevista, Lucho Cisneros cuenta cómo es ser productor de eventos en Quito, sin morir en el intento.
- ¿Qué necesidades identificaste en la escena cultural de Quito cuando decidiste crear Caña Producciones?
L.C.: En Ecuador es súper difícil y no les voy a mentir, es duro. Somos una audiencia difícil, por ejemplo: para Colombia, cualquier artista que vaya, hay un público. En Bogotá son ocho o nueve millones de habitantes, en Quito somos 3 millones, entonces aquí viene una banda y vendes mil tickets y en Colombia venden 20.000. Si con esa banda necesitas vender mínimo 5.000 ticketes, en Quito no la podrías tener. Al mismo tiempo vi que en Ecuador sí había estos nichos de mercado con gente que le gusta la música alternativa, el rock y que no había nadie que estaba haciendo ese tipo de shows, cuando montamos la productora no íbamos a traerle a Alejandro Sanz y a chocar con Top Shows que ya son los duros de eso y son buenísimos, no necesitábamos que haya dos de esos. Más bien, empezamos a traer bandas como Jungle, Usted Señálemelo, Ca7riel y lo mismo hicimos con el stand up que era un mercado que ya había llenado bastante gente con Franco Escamilla, entonces apuntamos a más comediantes. Les trajimos a Ricardo O´farrill, a La Cotorrisa y empezamos a trabajar con Darán Viendo, a nivel local.
Vi que había oportunidades para hacer cosas, me fijé en esta gente olvidada como yo mismo y los artistas que quisieran ver en Ecuador. Al mismo tiempo hay que ser súper realista con que Ecuador es súper difícil y que las audiencias son más pequeñas y también cuesta mucho trabajo hablar con las agencias para que entiendan la realidad de nuestro país. Tienen que saber que aquí no les puedo ofrecer la misma plata o el mismo show grande que en Colombia, pero sí hay una audiencia y si se la trabaja se vuelve un público súper fiel. El famoso mito de que se saltan Ecuador es mentira, a mí me llegan mails de todas las bandas, al menos el 90%, ofreciéndome venir en todas las giras y a veces toca pasar porque no es posible para la realidad del Ecuador. No puedes pagar un millón de dólares por Gorillaz porque no va a llenar el estadio, es un negocio de mucho riesgo y de mucha recompensa.
- ¿Cómo seleccionan los proyectos o artistas con los que trabajan?
L.C.: Muchos proyectos que me encantan no traigo porque hay que estudiar mucho la data, ahora hay herramientas que puedes ver cuánta gente escucha a ¨x¨ artista en la ciudad de Quito. Por ejemplo, un artista puede tener 80.000 personas que le escuchan, tú dirías: ¡wow, son muchas!, pero yo calculo siempre del 0 al 5%. Entonces, si es que le escuchan 80.000 la segura es que 2.000 vayan. Para traer un artista hay que estudiar mucho a la audiencia, nunca sabes si le vas a pegar o no. Lo que intento es hacer una curaduría súper bien hecha y analizando mucha data, hay que preguntar desde tu sobrina de 6 años, a tu prima de 15 y ahí vas sondeando como han escuchado al artista. Luego se hace la oferta al equipo del artista y se ve si es que te aceptan. Y claro, si haces el show y no va gente pierdes mucha plata. Nosotros hemos apuntado mucho a los shows medianos de 500 a 3.000 personas porque es justamente un nicho mediano.
- ¿Qué características crees que hacen únicos a los eventos que son producidos por Caña?
L.C.: Como todos los que trabajamos en Caña hemos estado vinculados a la música de cierta manera, creo que sí lo hacemos con mucho más cariño. Yo he trabajado con otras productoras o en eventos de marcas y el objetivo ahí es ahorrar cada centavo. Para nosotros, en cambio es hacer que la experiencia sea lo más bacán posible sin que nos reviente el presupuesto, pero sí siento que gastamos más de lo que otros promotores gastarían porque queremos dar una mejor experiencia. Intentamos hacer que la experiencia sea de más calidad, que sea más chévere. Me gusta que la gente diga «que bacán se ve este concierto». Somos más detallistas y creo que nuestra diferencia es eso, como todos somos músicos o productores, le ponemos un poquito más de cariño y no solo lucramos, sino hacemos que sea lo más bacán posible.
- Como artista y productor, ¿crees que hace falta políticas públicas que hagan más viable y accesible la producción de eventos en el país?
L.C.: Este tema es súper difícil porque la respuesta es sí y no. Si necesitamos que haya políticas, que sea más fácil y menos trámite todo. Por ejemplo, yo quiero alquilar el Teatro San Gabriel, llamo al dueño del teatro; te dice sí, tal fecha está libre y yo tengo que llevar los mismos papeles y los mismos permisos y el mismo plan de contingencia, que la persona que arrienda un día después y si es que son más de 600 personas, me toca ir a los bomberos en el centro a las 6 de la mañana. Este trámite para la misma cantidad de gente todo el año. Toda esa burocracia podría ser eliminada, debería ser todo mucho más fácil, especialmente en lugares como un teatro que no va a cambiar nada. El plan de contingencia no va a cambiar, el aforo no va a cambiar. Por ese lado es una cosa que puede mejorar, que sea más fácil y que los permisos online sean mucho más claros.
También hay un tema de impuestos, es demasiado, se paga el 25% del impuesto a la renta del salario del artista, viene ¨x¨ persona y cobra un millón, no te cuesta un millón, te cuesta un millón 250.000, esos 250.000 se vuelven un gasto y es el más alto en la región. Entonces sí hace falta que se se analice todo porque creo que estas reglas del juego se han escrito hace 70 años y no ha cambiado. Aún así, lo que más falta es que la empresa privada se involucre más porque en festivales de otros países, hay millones de marcas metidas porque tienen full beneficios de tributarios. En el Estéreo Picnic tú puedes vender alcohol, se vende Johnnie Walker como auspiciante principal del festival, aquí es prohibido y te limitan, si el evento es para 15.000 te dejan vender 5.000 cervezas. Es como si fuéramos un pueblo y es la capital del país.
Todo ese tipo de cosas te limita a que no puedas hacer los eventos tan grandes como quieras, porque ¿quiénes son el mayor auspiciante de eventos grandes?, probablemente las bebidas alcohólicas y los bancos, pero si no hay la masividad no se van a interesar tanto.
- ¿Cuál fue el primer evento que produjeron y como recuerdas esta experiencia?
L.C.: Como Caña el primer show fue Jungle en el Teatro Sucre, fue un año antes de la pandemia, vino una banda de ese nivel a tocar en el Teatro Sucre que es un teatro icónico de la ciudad. Fue espectacular, uno de los mejores conciertos que se ha visto y desde ahí se hizo una buena relación con la banda y por eso vinieron de nuevo. Fue una experiencia chévere, la gente decía que fue increíble el concierto. Una linda experiencia para ser el primer show de la productora.
Tanto mi socio como yo, ya habíamos hecho muchos conciertos antes, entonces ya teníamos la experiencia para hacerlo y que no sea un caos. Fue chévere que todo salga bien y que la banda se quede contenta es de las cosas que más feliz me ponen, porque si les tratas bien, si das un buen show, vuelven.
- ¿Qué habilidades consideras indispensables para alguien que quiere dedicarse a la producción de eventos?
L.C.: Tiene que ser súper proactivo, es un negocio donde no puedes estar esperando a que te digan qué hacer, tienes que hacer tu trabajo y más. Se necesita mucho ser una persona lanzada y no tener miedo a hacer cosas. En mi staff yo prefiero que se equivoquen a que nadie esté haciendo nada por miedo a equivocarse. La actitud de hacer más de lo que corresponde es vital en este trabajo y tener ganas de aprender porque también nadie te va a enseñar en ninguna carrera del mundo cómo funciona este negocio.
- ¿Algún artista que desearías traer a Ecuador?
L.C.: Si fuera por mí yo traería a muchos pero perdería full plata, traería a Radiohead feliz de la vida, pero sé que no va a ir nadie. En este trabajo no puedes traer artistas pensando en lo que te gusta a ti, tienes que estudiar bien el mercado y decir bueno, esto me gusta a mí y funciona bacán o me gusta y no funciona. Me encantaría traer a miles de artistas, Gorillaz, Black Pumas que es una banda más nueva que me gusta mucho, pero son todavía mercados que a veces son muy pequeños o el artista mismo decide no venir por la oferta tan pequeña. A la final las agencias deciden por los artistas y te apuesto que muchas veces si el artista decidiera, si vendría a Ecuador.
¡Excelente entrevista!
Excelente!!!
Es verdad que el mercado local es pequeño y además de eso las personas en general no tenemos cultura de lo local. En las radios solo suena la música internacional.
Quizás falta más espacios de difusión.
Que bueno que existan personas como Luis que crean en sus proyectos y luchen a pesar de lo adverso.
También valoro que espacios como este sitio web, con este tipo de artículos y enfoque, nos ayude a actualizarnos sobre la agenda cultural actual.
El Luchito! Que buena entrevista